-DESDE LA AUTENTICIDAD-

DESDE LA AUTENTICIDAD

En un instante apareciste en un lugar cálido, seguro y muy confortable.

Pensaste que ahí te quedarías para siempre, y de pronto, un dolor fuerte, inesperado y desconocido te arrastro hacia la brutalidad, fuertes voces, frío, oh! y esa luz!... Te costó lo tuyo volverte a sentir seguro, mientras te dejaban por fin, en brazos de tu madre.

Ya descansando del susto te dedicaste a ser feliz, explorar, curiosear y descubrir, reías por todo y por nada, te cuidaban y alimentaban, te sentías tan pleno, tan lleno de paz, cuando algo querías, tan sólo llorabas (eso lo tuviste que aprender) y entre reclamos, fuiste creciendo y escuchando que cosas estaban bien y que cosas estaban mal, todos te decían cómo habías de ser y comportarte, eso te descolocaba... y así fabricaste una serie de máscaras para moverte en este mundo caótico y en ese tropel, te fuiste alejando de aquel niño feliz. Cada vez más triste y amargado, en un intento de sentir algo olvidado, quizás hiciste cosas impropias para acallar esa vocecita que te decía que no era por ahí .

Llegó un punto que ya no podías más.!

Así que un día muerto de miedo a solas contigo, te pusiste delante de un gran espejo y casi no te extrañó lo que viste, un hombre sucio, muy cansado, destrozado, atormentado, sin fuerzas... Caíste de rodillas llorando desconsoladamente.

Entre las viejas lágrimas viste a tu padre, detrás de él a tu abuelo, detrás una larga cola de hombres, hijos de padres con el mismo patrón. Miradas horrorizadas, llenas de sufrimiento...

Alzaste la mirada al cielo y de tu garganta salió un sonido gutural, desgarrador.

Estabas pasando tú noche oscura, pasaron horas y horas.

Te calmaste, de pronto lo viste claro y una risa primero tímida y después fuerte y contagiosa te rompió la armadura que había cubierto tu corazón y tu mente, fijaste la mirada en el hombre del espejo, sus ojos brillaban, pero, algo más viste dentro, te pusiste en pie sin apartar la mirada, con fuerte decisión te prometiste que ahora serías tú, el auténtico, aunque no gustaría a muchos y otros desaparecerían de tu vida, daba igual, dejarías de prostituirte, ahora por fin te escucharías, serías leal, honesto y fiel al Ser más importante de tu vida, tú.

Miraste a tus ancestros y viste la aprobación y el apoyo de todos.

¡Ahora les honrarías!

Desde entonces agradeces y bendices cada día, tu salud, tu dinero y tu amor.

Sabes que estás aquí para dejar un mundo mejor, ahora eres amable y risueño, tomas el sol y pisas la tierra descalzo, amas la naturaleza y a los animales, sabes que hay un fino hilo que nos une a todos y todo.

Inclinas la balanza a pensamientos positivos.

Este mundo es lo que uno quiere ver.

Ya sabes que si te centras en un mundo hostil y aterrador, eso vivirás.

Si por el contrario, te centras en un mundo amable y bello, eso tendrás.

Sabes que el poder lo tienes tú.

Ahora te distancias de malas noticias, quejas y críticas.

Escoges libros y vídeos de personas que quieren lo mismo que tú.

Disfrutas tu soledad, igual que disfrutas de tus amistades, ahora escogidas desde el desapego, el respeto y el sentimiento verdadero.

Sabes que jamás estás sólo, lo descubriste en aquel instante que viste la chispa en tus ojos, esa chispita que es tu Alma haciéndote un guiño.

Desde entonces en tu mundo se abren puertas de bendiciones!

Recuerda siempre, siempre, la pregunta que te hiciste frente al espejo.

¿A quien y qué quieres ver, cuando te mires por última vez?

Victoria Pastor Martínez

27 de julio de 2025

Villa San Benito, La Costera de Alhama