AUROROS
En el fondo todos sabemos mas o menos de los auroros, pero pocos sabemos de verdad que hay detrás de esta cultura tan arraigada a nuestra tierra. En este artículo tendremos la oportunidad de conocer un poco más sobre esta tradición musical, de sus orígenes, funciones y composición. En el desarrollo del artículo podremos ver también que la tradición está fuertemente reñida con las innovaciones y ocurrencias del momento político en el que una sociedad vive y convive.
LORENZO PIRIZ-CARBONELL
Lorenzo Piriz-Carbonell en Asociación la Tortuga de El Charco
9/4/20255 min read


“Auroros si, Auroras no”
Las tradiciones son el sistema circulatorio que nutren y mueven el alma de los pueblos que las mantienen con, y en sus maneras originales. La civilización humana se sostiene en las referidas costumbres tradicionales. Y para ello existe una ley áurea que proclama sin discusión que las Tradiciones se respetan, se practican, se transmiten según sus cánones y se enarbolan como pilar de las respectivas culturas. De esto también se alimentan las religiones. Los modos de moralidad, aunque flexibles, las comportaciones éticas, y la misma felicidad que es tan epítome del triunfo anímico, como la tradición inexorable de siempre perseguirla, invención y entelequia de la misma sociedad primitiva, que dejó lo cavernícola para integrarse en el desarrollo constante de la comodidad de vida que al fin no es ni mas que eso, el alcance de la felicidad. La tradición es una creencia mantenida y por ello es ley de respeto global. Y punto final a mi pragmatismo filosofal que de serio hasta puede ser cansino. Pero he querido recordarlo para escribir unas notas sobre nuestras tradiciones españolas tanto en las folklóricas como en las familiares, religiosas y hasta en las gastronómicas sin olvidar las musicales y las lúdicas fiesteras tan legendarias como a veces arqueológicamente científicas. Y vuelvo a apuntar: las tradiciones hay que respetarlas, jamás intoxicarlas, por mucho que el mundo de las poses y las tecnologías, intenten políticamente corregir para al final de las cuentas fracasar por estúpidas razones . Yo he producido para el teatro (dramaturgo que me ha tocado ser, al fin) obras teatrales sacras de los siglos XVI y XVII, numerosos poemas Autosacramentales, como un esfuerzo para intentar rescatar la idiosincrasia culta de lo popular español. Lo he hecho respetando lo tradicional de sus versos y al montarlo en escena, cuidando hasta la saciedad replicar aquellas representaciones maravillosas que fueron la esencia del nacimiento de nuestro teatro clásico. Y así incorporé cantos y cantares de las distintas épocas a los que sus textos correspondían. Dentro de estos Autosacramentales siempre han destacado no solo melismas y alalais melódicos, sino unas piezas cantadas con gran rigor llamadas Correlativas, y en lo sacro pasionario “Correlativas de la Pasión”, melodías a capela, ancestrales y tan difíciles como hermosas, donde se combinan timbres (todos masculinos) y que siempre constaron como parte importante de mis espectáculos. Para ser precisos, en Madrid, en el Auto de la Pasión de Lucas Fernández, (1514) que de paso he de apuntar que era un judío converso por conveniencia y que su estilo marcó el comienzo de la escritura poemática teatral a partir de ahí. Y para lograr mayor espectacularidad a mi producción de marras me fui a contratar una agrupación que se especializaba en melismas sacras y Cantos Correlativos de Pasión. Eran una cuadrilla de lo que entonces supe que se llamaban Auroros. Estos vivían en la pedanía murciana de Santa Cruz. Los escuché, los contraté y a Madrid me los llevé cosechando un inigualable y asombroso triunfo. Y aprendí quienes eran y lo que hacían, y porque se denominaban Auroros. Conocí, pregunté y aprendí.
Estas agrupaciones de carácter musical que surgen durante los siglos XVI y XVII, son una herencia que generación tras generación ha ido creciendo, agrupan en su seno a personas que participan de unos mismos principios de fe y que organizados en entidades religiosas, hermandades y cofradías se reúnen para realizar sus cantos, los cuales guardan una estrecha similitud conceptual y musical con otras tradiciones mediterráneas (sefardí, sarda y corsa) y cuya singularidad y valores han sido unánimemente reconocidos, llegando a afirmarse por los estudiosos que por su considerable antigüedad y abolengo como institución y por la originalidad y belleza de sus expresiones artísticas y autenticidad de sus rituales, estos representan una de las más estimables joyas del folclore español. Su conjunto de instrumentos solo abarca la campana y un aditamento que es el farol lo cual caracteriza al grupo como algo autenticanmente campesino. El Farol, utilizado primitivamente como forma de iluminación y guía por los oscuros caminos de la huerta durante las despiertas. Actualmente se utiliza indistintamente por el día o la noche, quedando como símbolo o recuerdo de esos tiempos donde la aurora era la única luz que brillaba en medio de la noche hasta la llegada del amanecer. Y por supuesto el uso de la Campana, que es este el único instrumento musical que acompaña el canto y sirve como guía de entrada para las distintas voces y párrafos de las salves. Dicho instrumento da nombre a muchos grupos, los cuales se denominan así mismos como «campanas de Auroros».
Pero el aspecto más singular de su día grande sería el canto de Pasión que interpretan, conocido como correlativa y lo hacen principalmente en el Jueves Santo de la Tradición Cristiana. El texto de«la correlativa» consta de cinco versos. Es ejecutada por cuatro cantores. El bajo y la voz más aguda forman octava, mientras las voces intermedias forman a dúo una melodía lenta, interrumpida en cada verso. El bajo y su octava empiezan en todos los versos antes de las demás voces. El movimiento es sumamente lento y en los redobles las notas pequeñas las hacen como mordentes. La música de este canto a voces solas, lento, triste, antiquísimo, recuerda ciertas cláusulas del contrapunto sobre canto llano.
En la actualidad y siguiendo las conversaciones que hace mas dos décadas sostuve al respecto con Valcárcel Mayor, apunté que los Auroros son un grupo religioso y musical, mayoritariamente compuesto por hombres que cantan a la Virgen, a Dios o a los Santos, a lo largo de un calendario auroro establecido en cinco ciclos. Como se puede observar en la definición, el adverbio «mayoritariamente» alude directamente al sexo masculino. Como veremos a continuación, las definiciones actuales sobre los Auroros incluyen en su definición a la mujer como un miembro más del grupo. En intento de resumir la esencia de los Auroros murcianos, Valcárcel Mayor (1996) define a los Auroros como grupos corales formados por voces masculinas exclusivamente, que recogen un legado musical de siglos atrás y lo adoptan a sus fines y sentimientos religiosos.
Según desde el punto de vista organizativo, los Auroros originales se organizan en dos categorías, socios activos y socios pasivos. Los socios activos son denominados comúnmente Auroros encargados de cantar durante las madrugadas, por el contrario, los Auroros pasivos o hermanos son aquellos que contribuyen a la cofradía con un pago anual. Dicen que hay una frase que lo aclara todo: Los Auroros, levantarse y cantar; los hermanos pagar. Hecho relevante es la consideración desde el punto de vista sociológico hacia la mujer, pues aunque muchas se levantan y acompañan a los Auroros en su actividad no son consideradas Auroros, sino miembros pasivos de la hermandad. Y aquí va el epílogo de mi escrito porque se que en la Región de Murcia en los últimos años hay Agrupaciones de Auroros que han querido incorporar la actuación de mujeres como interpretes de esos cantos. A mi parecer eso no es faltar a la tradición sino que inexplicablemente es degenerar su autenticidad y validez musical. Por esto termino aconsejando a los responsables de estas agrupaciones que se han mixtificado que reflexionen y regresen al punto de partida original para que los Auroros sean eso, Auroros y que las Auroras cumplan con los importantes requisitos que ya desde siempre la tradición les ha impuesto, pero cantar, pues no. Suenan mal, y causa estupor. Los monumentos musicales de nuestra España, y los Auroros lo son, tienen que ser cuidadosamente preservados como fueron creados y como musicalmente funcionan y perviven. ¿Entendido? Pues eso, a reflexionar y a disfrutar del verdadero tesoro cultural murciano que son los Auroros.
Lorenzo Piriz-Carbonell
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