LA COSTERA, PEDANÍA DE ALHAMA

Sentimientos que despierta en el autor esta tierra y sus tradiciones, y sus fiestas, y sus pasianos, y sus espacios. Una tierra de acogida, a los pies de la Sierra de Carrascoy y regada por el Guadalentín. Una tierra dura pero agradecida, como sus gentes.

JOSÉ OLMOS

José Olmos en Asociación la Tortuga de El Charco.

7/4/20252 min read

LA COSTERA PEDANÍA DE ALHAMA

12 Mayo 2025

A tu regazo llegué un día,

muchos años han pasado,

La Costera, añorada pedanía,

de la que estoy enamorado.

Muchos recuerdos en la memoria,

recuerdos de esperanza y alegría,

La Costera es parte de la historia,

que inunda el alma mía.

Lugar donde reina la paz y la amistad,

donde se tejen versos soñados,

gentes abrazadas por la bondad,

sus campos de verde iluminados.

San Pedro, su venerado Patrón,

Carrascoy su elegante guardiana,

juntos yacen en el corazón,

de esta pedanía de Alhama.

Lugar donde se recobra el aliento,

aquí la vida se deja sentir,

sin oscuridad ni sufrimiento,

la felicidad se puede percibir.

La Costera, es fuente de vida,

donde de los recuerdos del pasado,

nadie de ellos se olvida,

así es este lugar, mágico y deseado.

La Costera, se asienta en la umbría,

preciosa pedanía del Mundo,

para ella escribo esta poesía,

con mi saber verdadero y profundo.

Sexto mes del calendario,

mes de sus fiestas patronales,

ambiente selecto y extraordinario,

para vivir estos festejos tradicionales.

A sus fiestas, la gente va llegando,

todo el Mundo de ella se enamora,

es un placer seguir disfrutando,

de esta pedanía encantadora.

Describo la realidad de su mirada,

con nostalgia en continuo crecimiento,

en mi corazón, esta pedanía soñada,

en mi mente y en mi pensamiento.

Barrios llenos de pasión,

barrios con una tradición y un legado,

todos celebran sus fiestas con el corazón,

pues son su bien más sagrado.

La Costera, es su identidad,

es dulzura y noble encanto,

a esta cuna de la felicidad,

con estos versos yo le canto.

El Teleclub, testigo de alegrías,

la Ermita, símbolo de su fe verdadera,

se bailan y tocan las mejores melodías,

así es su cordialidad sincera.

Reflejada en el firmamento,

esta majestuosa pedanía,

su belleza corta el aliento,

cada noche, cada día.

Abrazada por un manto de serenidad,

donde susurra y canta el viento,

lugar sencillo vestido de humildad,

que embellece cada momento.

José Olmos Ruíz