LA INUNDACIÓN POR LA DANA

LA INUNDACIÓN POR LA DANA

29 octubre 2024

La lluvia corrió por los tejados,

calles vestidas por el lodazal,

corren los cuerpos resignados,

ante esta DANA mortal.

Ríos que se vieron crecidos,

dejándolo todo inundado,

silencio roto por llantos y gemidos,

la catástrofe había llegado.

La noche sin luz, durmió oscura,

la tierra abrazó el cielo,

con su manto de dolor y amargura,

la gente corría buscando consuelo.

El agua arrolló embravecida,

coches, puentes, maleza, humanos...

la desgracia acechaba escondida,

nada podían hacer con sus manos.

El agua a su paso rugía,

oscureciendo este momento de la vida,

en la oscuridad se ocultó el día,

Valencia quedaba por el agua sumergida.

El viento sopló con intensidad,

barrancos y ríos corrían desbordados,

sembrando el pánico y la calamidad,

dejando pueblos totalmente anegados.

Será difícil poderse recuperar,

con unidad, fe y templanza,

todo se puede conseguir y lograr,

no perdiendo nunca la esperanza.

Se sienten tristes y olvidados,

cubiertos de furia y pena,

sus cuerpos por las calles cansados,

fruto de esta terrible condena.

Es la catástrofe más grande de la Historia,

un infarto para España y su población,

siempre dormirá en nuestra memoria

esta terrible inundación.

La tierra habla y el cielo llora,

la Naturaleza se queja despiadada,

su furia y virulencia aflora,

atendamos el deseo de su llamada.

José Olmos Ruíz