NO ANHELO EL TIEMPO IDO

NO ANHELO EL TIEMPO IDO

No anhelo el tiempo ido.

Pero sí, vuelvo a oler el aroma

de las Magdalenas y los rollos

y del licor café de la abuela,

a sentir el calor de la familia, la algarabía de los críos,

y los bailes al son de las guitarras y el acordeón.

No anhelo el tiempo ido

Pero sí, miro atrás y evoco el sonido del romper de las olas

mientras el sol calentaba mi piel morena

recostada sobre una cama de algas,

jugando a ser sirena,

amapola y canción.

No, no anhelo el tiempo ido.

Pero sí las cálidas presencias

de los que ya partieron

y retornan en mis sueños

a envolverme en vagos recuerdos

en las noches henchidas de ecos sin luna.

No, no anhelo el tiempo ido

Pero sí, sin remedio alguno

aquella limpia ilusión

de un mañana mejor,

la ingenua creencia en aquel poder ser

del erradicar la sinrazón.

No, no anhelo el tiempo ido

Pero sí, busco en las esquinas de mi corazón

la fuerza y la pasión

de vivir cada día teniendo bien presente que

El hoy es Vida y el ayer

Dulce y doliente rememoración.

Verónica Alcaraz 2/12/2020