TEATRO EN SU ORIGEN ¿DIVERTIMENTO O LITERATURA?

Hablar de teatro es hablar de tantas cosas al mismo tiempo que posiblemente para cada uno de nosotros, sea algo diferente, aunque todos tenemos claro que la obra se desarrolla en el escenario de un "teatro", o no, se puede hacer teatro en cualquier parte y se puede tocar cualquier tema, y el texto puede ser ligero y cotidiano o denso y sesudo. Está claro que para el autor de este artículo, el teatro es su historia, la del teatro y la suya misma, e incluso mucho más, su razón de ser, la de él.

LORENZO PIRIZ-CARBONELL

Lorenzo Piriz-Carbonell en Asociación la Tortuga de El Charco

12/13/20255 min read

Teatro en su Origen: ¿Divertimiento o Literatura?

Desde niño el Teatro me ha fascinado y lo teatral aun mas. Como aprendiz, en la infancia, cuentan mis educadores que era muy aspavientoso al narrar y expresivo en gesticular lo que hablaba. En la adolescencia confieso haber sido a veces muy melodramático al resolver situaciones de la vida ordinaria y ya de adulto hasta esta senilidad que padezco, al ejercer las profesiones que me tocaron en suerte, por libre albedrío que conste, tanto en Medicina como en el vetusto oficio de Tespis, he sido teatralísimo y como dramaturgo pues ya se lo pueden imaginar. Parto de la base sabiendo que el Teatro como arte nació en Grecia y que el texto teatral mas antiguo que existe lo creó el helénico Esquilo, que en las postrimerías del siglo V (472 ac) escribió un drama bélico y amoroso que plasmó en apergaminadas cuadernas donde ya imponía recitados, música, danza, gesticulaciones actorales y hasta armoniosas coreografías a las que denominó “didascalias” y tituló todo el espectáculo mas que magnifico con el nombre de “Los Persas”, históricamente inspirado en las Guerras Médicas (no “curanderas” no, sino de los Medos y lo apunto para esos entendidos de verdulería televisiva que en su ignorancia todo lo confunden). Y cuando Esquilo escribe su prototipo de melodrama teatral lo hace ya siguiendo las pautas que en representaciones de plaza ya se conocían, pero solo como espectáculo muy ordenado y ritual, melismas y recitados sonoros dedicados al dios Dionisio, ergo las ya mas que estudiadas “dioniseas” etimológicamente también bautizadas como Dionisias que consistían en grandes festivales en honor a Dionisio (dios del vino, la fertilidad y el éxtasis) en la Antigua Grecia, que se convirtieron en el origen del teatro, incluyendo representaciones de tragedias y comedias, procesiones con máscaras, bailes y rituales mistéricos (perteneciente o relativo al misterio o a los misterios, especialmente a las ceremonias secretas de culto de algunas divinidades) que buscaban la liberación y la conexión con lo divino, siendo las más famosas las Dionisias Rurales (más antiguas y rústicas) y las Grandes Dionisias (urbanas y teatrales). De estos coros y danzas rituales surgió la acción dramática, dando lugar a la tragedia y la comedia, con actores usando máscaras para representar personajes, y donde acontecían desfiles con figuras del dios, símbolos fálicos y participación de ciudadanos y extranjeros.

Todas estas algarabías de coros cantados y bailados en honor a Dionisio, precursoras del teatro también constituían un obligado preámbulo al espectáculo en si y que el público ya esperaba por su nomenclatura divertida y ya conocidas popularmente como Ditirambos.

En estos rituales iniciáticos las mujeres eran permitidas pero con límites de decoro para alcanzar estados de trance y liberación. En resumen, las Dionisias eran celebraciones complejas que fusionaban religión, teatro, comunidad y renovación, siendo fundamentales para la cultura griega y la creación artística. El primer texto de obra teatral que se conserva completo que ya he anticipado es "Los Persas" de Esquilo, una tragedia de la Antigua Grecia que marca el inicio del teatro occidental como lo conocemos, surgido de rituales religiosos en honor a Dionisio. Aunque hubo obras anteriores, estas son las más antiguas que han llegado a nuestros días de forma íntegra, sentando las bases para dramaturgos posteriores siendo Esquilo, Sófocles, Aristófanes y Eurípides quienes desarrollaron la tragedia y la comedia, estableciendo conceptos como el dramaturgo, el actor y la puesta en escena. En resumen: si bien el teatro tiene raíces mucho más vetustas en rituales, "Los Persas" de Esquilo (472 a.C.) sigue siendo el texto teatral más antiguo que se conserva completo, y considerado, de por si, el punto de partida del teatro occidental.

Y es entonces cuando me pregunto el cómo eran las formas en la que los antiguos escribían y como ahora, los herederos de sus hallazgos y diatribas escribimos. ¿Es el Teatro un lenguaje exclusivo o una manera de plantear su divertimento sin aspiraciones literarias? Y me pongo de ejemplo. Desde niño siempre he escrito en papel y lápiz los textos con los que solía jugar en mi “Teatro de Botellitas, inventillo que me había creado para entretenerme pues eso de los camiones grúa y espadas de grandes prosapias plásticas pues no me interesaban. Mis personajes eran botellas de perfume que mi madre me regalaba cuando para ella ya no tenían mas uso cosmético. Esos envases eran verdaderas obras de arte hechas en vidrio, aun oloroso, que yo iba transformando con mi fantasía, ya teatrera, en personajes de mis ficciones que yo humanizaba, imaginando en esas botellas rostros, cuerpos y actitudes que a lo “Pigmalión”, yo los hacia venir a la vida. Y ellos hablaban mis textos que escribía, como ahora sigo escribiendo, en aquellos cuadernos que a mala caligrafía aseguraba frases y conceptos para que así fueran siempre repetibles. En una palabra, escribía la obra que yo sin saberlo ya se constituía en una función teatral, guardando los coloquios, las preguntas, las respuestas, los diálogos, los comentarios a solas. Y mis botellas así me enseñaron que mis escritos eran particulares, no para ser leídos sino para ser actuados. Aprendí entonces que el teatro tenía un lenguaje particular que yo no encontraba en los cuentos que leía y mas tarde en los estupendos trabajos novelísticos de Salgari, Blasco Ibáñez, Dickens, Mark Twain y tantas novelas que han sido y son para mi el manantial inagotable del eterno entretenimiento tanto lúdico como intelectual. Yo nunca hubiera sido capaz de escribir una novela. El Teatro exige ligereza, agilidad y sobre todo brevedad en sus diálogos, entremezclados con algún que otro monólogo. Es escribir lo que se habla y escucha y la novela, el relato, la poesía, no envuelve más que el hablar consigo mismo lo que se mira y piensa. Lenguajes distintos pero intelectualidad y arte al por igual. Y es así como encuentro la respuesta a mi pregunta. Teatro y Literatura es un Águila de Dos Cabezas. Distintos pero iguales. Arte inmortal por el cual la humanidad siempre ha aprendido que es inútil parar de apreciar lo que de la nada se crea, pues es alimento del alma que siempre quiere más para al final, tener que conformarse que cuando la vida se nos acaba, solo sabemos que no sabemos nada. Suetonio, en uno de sus libros cuenta que cuando el Emperador Augusto de Roma ya se moría, sus ultimas palabras fueron “Acta est Fabula...plaudite”...La Comedia ha terminado, aplaudid. Con ello dibujó toda su vida como una gesta teatral. Y por eso es que creo que para ello, para darnos cuenta de los reflejos de nuestra vida, es el Teatro la manera mas idónea de encontrar la explicación a nuestros por qué existimos. Y yo sin todavía morirme, también termino este artículo alegando no con lo que inmortalizó el romano emperador, si no con algo mas práctico para un hombre de teatro o para un hombre corriente: !Abajo el Telón! y si os ha gustado mi narración aplaudidla y si no olvidadla, que también es una prerrogativa que tiene el hombre para vivir dentro de su comodidad intelectual. Y que aproveche.

Lorenzo Piriz-Carbonell