YA NO ES VERANO

Sentimientos cruzados ante el cambio de estación, el verano, lleno de vida y de calor, ese calor que todo lo impregna y que se torna añoranza en el invierno y más, en la proximidad de su llegada.

MARÍA MUÑOZ

María Muñoz en Asociación la Tortuga de El Charco

11/26/20241 min read

YA NO ES VERANO

A fuera se deshacen los árboles en cascadas de cobre, dejando desnudos esqueletos vivos, agrietados, que tiemblan al ritmo que les marca el viento. Caen las hojas como copos de una tormenta prematura que anuncia la derrota del verano, guarden las sombrillas, saquen los abrigos.

Dentro se derrite el gotelé. Pronto las figuras que enumeramos y perfilamos con los dedos quedarán apiladas a los pies de la pared. Huele a olivo, a morera e higuera, a madera incendiada, a calor radiante que quema la piel, pero no penetra, no empapa, ya no. Ya no proyectan tu sombra las llamas, ya no se pega tu cuerpo al mío, ya no abrazas mi torso con cariño, ni acomodas mi jersey para que no entre el frío. Ay el frío... si supieras que es más invierno dentro de mi pecho que en cualquier lugar del mundo.

Se han dilatado las noches hasta casi rozarse; como dos amantes recelosos que se buscan hasta encontrarse; y en el suspiro que dura su despedida, en lo que parece un segundo hasta que vuelven a besarse, ya no traen esperanza los amaneceres, ya no se perfilan nuevos horizontes. Quién querría despertar en un lugar en el que ya no se escucha tu risa, en el que ya no ondea tu pelo. Ese lugar, desde luego, ya no es el mío.

Deja que te sueñe, que te vista de mañanas y que no se acabe; abrígame y susúrrame bajito para no desvelarme. Deja que me arrope la oscuridad incesante, que me devore con su hambre, si yo ya soy un cuerpo inerte aunque lata y sangre, tú solo promete no soltarme.

María Muñoz Marín